El analfabetismo es uno de los principales problemas a combatir para superar la pobreza a nivel mundial. La región de Ñuble (Chile), presenta altas tasas de analfabetismo, en personas consideradas como pobres extremos (7.5%), pobres no extremos (9.6%) y en no pobres un (6.9%), CASEN 2017. Estas tasas son aún más elevadas en la población mayor; de allí y desde el análisis de los datos obtenidos a través del diagnóstico participativo implementado con el protocolo de Vancouver, surge la necesidad de implementar esta buena práctica con el adulto mayor.

Es por eso que en Quillón, se buscó entregar y/o potenciar a las personas mayores en relación a sus destrezas de lecto – escritura, otorgando de esta manera herramientas que fortalezcan la independencia (toma de decisiones, accesos más oportunos a beneficios estatales y municipales, mayor vinculación con su entorno) de los beneficiarios, a través de un programa de alfabetización especialmente adaptado a sus necesidades y autorrealización.

Este programa fue ejecutado durante el mes de septiembre a diciembre del año 2019 con dos grupos de 8 beneficiarios cada uno, este se extendió con uno de los grupos hasta marzo del 2020, focalizando a sus usuarios a través de los programas de seguridad y oportunidades y vínculos presentes en la comuna, así como usuarios pesquisados a través del programa adulto mayor de la municipalidad de Quillón.

La planificación de este programa fue realizada por la directora de desarrollo comunitario en conjunto a los actores mencionados en el punto anterior, sumando a la profesional que ejecutó el programa (psicopedagoga), cabe resaltar que, en conjunto al grupo de beneficiarios, se determinó que se les entregaría una formación priorizando para que estos pudieran dar lectura a afiches publicitarios, información de relevancia para ellos (programas sociales, de salud, entre otros), poder establecer sus propias firmas, entre otros, por sobre una educación formal debido a ciertas dificultades de aprendizaje que los beneficiarios manifestaron.

Este programa ha conseguido beneficios para sus usuarios no sólo en su estimulación cognitiva a través del aprendizaje, pues también ha generado un impacto social en ellos, propendiendo a mejorar su autoestima y relación con sus pares, familia y entorno por medio del aprendizaje.

Los principales aprendizajes que ha obtenido el equipo que ha trabajado en este programa se orientan a la importancia del buen trato hacia las personas mayores, el respeto, la inclusión, la autorrealización y los derechos de los mayores.